Alcanzar un estado de bienestar satisfactorio implica un trabajo diario que dura toda la vida.
Probablemente nos han educado sobre «cómo hacerlo bien», pero menos sobre «cómo sentirse bien, sobre cómo crear un cierto estado de bienestar en la vida».
El bienestar no está necesariamente relacionado con la ausencia de enfermedades o problemas en la vida, sino que es un estado de equilibrio, generalmente descrito como experiencia de felicidad, prosperidad, buena salud mental, alta satisfacción en la vida y cierto nivel de resiliencia frente a las adversidades de la vida.
Desde una perspectiva de psicología positiva, el bienestar se deriva del cultivo de relaciones positivas y emociones positivas, la participación en actividades atractivas, el sentido de logro y el significado de la vida.
La autoconciencia, la inteligencia emocional y la práctica de un estilo de vida saludable son elementos que pueden aprenderse y practicarse para impulsar el bienestar en la vida privada, en el trabajo, en las escuelas y en la comunidad en general.
